David Levy, autor del libro "La evolución de las relaciones Humanos-Robots" sostuvo que a mediados de este siglo es probable que los humanos puedan practicar sexo con una mujer fatal electrónica o con un robot semental superdotado.
Según narró el propio Levy, además se podrán mantener diálogos con los robots después del coito.
Más allá de las complejidades de llevar esto a la práctica, muchos piensan que ello es factible, habida cuenta de los progresos realizados en la reproducción de los músculos y los movimientos de los humanos, o en inteligencia artificial, concretamente en la imitación de emociones y de aspectos de la personalidad.
La compañía japonesa Axis es una de las pioneras en este campo y tiempo atrás fabricó las "Honeydolls ", unas muñecas de resina y silicona de tamaño real.
Los críticos no tardaron en dar su opinión al conocerse la noticia. "Me parece descabellado pensar que seres humanos se vayan a enamorar de robots", sostuvo la sexóloga estadounidense Yvonne K. Fulbright.
"Hay un verdadero problema con los robots sexuales: las personas se sentirán fracasadas si es su única solución", aseveró.